El primer día.

Hoy fue mi primer día de clases, aunque en realidad comenzaron ayer. Pero bueno, entre conflictos familiares internos y problemas con el cuidado de mi hija, pues tuve que quedarme en casa y faltar la primera clase. El día de hoy comenzó de manera agradable, no hacía mucho frío, me desperté a tiempo y tuve preparada a la niña en el tiempo correcto. Desde ayer me sentía con ansia y miedo, finalmente hacía tiempo que no tenía clases en forma.

Creo que el momento de más ansia fué cuando eran las 8:30 en punto y yo seguía en el trole a 15 minutos de la escuela porque no tomé en cuenta que a las ocho de la mañana no hay la misma cantidad de tránsito que a las siete. Y para colmo tenía clase con Judith Nasser. jajajaja

Afortunadamente no tuve problemas para entrar al salón y llegué justo en el instante en que decía mi nombre al pasar lista.

No tengo credencial porque me la quitaron al meter mis materias, y lo peor del caso es que no encuentro mi boletita que decía que ya hice el pago de la misma y parece que voy a tener que pagar otra vez, bleh... Lo peor del caso es que es muy difícil encontrar algo ahorita que la casa sigue a medio montar por el rollo de los pisos nuevos.



El cuarto de Mariana ya está pintado, pero yo no puedo comenzar con el mío sino hasta que mi mamá consiga una oficina, lo cual espero, suceda pronto. Pero en fin, ahorita debo soportar paredes rosas... ¦3



Tengo ganas de un obento, me gustan mucho esas cosas... se ven tan ricas *o* Mi sueño es que Kei y yo comamos un obento juntos en un día de picnic. n///n







En fin, hay muchas cosas que están en juego en mi vida, pero al menos me siento con fuerza y libertad, con responsabilidad (uh, he dicho esa mala palabra jejeje) y con la felicidad suficiente como para seguir.